
El inminente regreso del comisario Enrique Galindo Ceballos al servicio público, trae locos a muchos, especialmente a los jefes de seguridad. Las apuestas corren con el mote de “Galindo return”
Enrique Galindo vivió la gloria con el presidente, Enrique Peña Nieto, tras el operativo en el que capturaron al “Chapo” Guzman, acción que él mismo se atribuyó a su sagacidad y lealtad a la patria.
Pero no hay felicidad completa, su paso por la hoy extinta policía federal fue manchada de sangre, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, dejó el cargo a Manellic Castilla y lo traicionó, echó a todos sus colaboradores a la calle de manera poco linda.
El potosino se replegó tras el escándalo de la matanza en Nochixtlán, Oaxaca el 19 de Junio de 2016.
Antes, en 2015, estuvo en la ultima jugada para elegir al candidato a gobernador que finalmente recayó en Juan Manuel Carreras. Mas tarde quiso jugar para candidato a senador pero a unos metros de la mesa de registro en el edificio del PRI potosino, se replegó ante la sorpresa y enojo de algunos de sus seguidores e incondicionales.
Despreciado por el PRI intentó engancharse con MORENA, vía Ricardo Monreal pero no pudo, dejó enfriar la mente y finalmente hace unos días apareció en una fotografía en calidad de consejero nacional del PRI, escaño obtenido gracias al padrinazgo del gobernador, Juan Manuel Carreras.
Meses de bajo perfil, convivencias discretas con sus amigos el aspirante a gobernador por el PAN, Octavio Pedroza y su hermano, el secretario de finanzas y también aspirante a mandatario, Daniel Pedroza Gaitán; “amigos por siempre” titularon una fotografía que postearon en sus redes sociales hace algunos meses.
Pero el sábado, el sábado 30 de Noviembre encendió todas las pasiones de que son capaces los potosinos metidos en la grilla política y hoy mas que nunca sumergidos en un mar de inseguridad y violencia.
Galindo regresa, el jefe Galindo viene a Seguridad Pública, Galindo anda en palacio de gobierno con el gobernador, Galindo return, Galindo viene a poner orden, decían algunos comentarios en chats de Whats App activados al 100 en busca de una respuesta a la curiosidad.
Galindo no ha dicho nada, disfrutó de un paseo por Palacio de Gobierno, de una buena charla con el gobernador Carreras. Todos sabemos que hablaron del tema pero ninguno ha tratado el tema de su posible nombramiento como secretario de seguridad.
Las apuestas por un relevo en la Secretaría de Seguridad corren a toda velocidad, los optimistas ya se ven agarrando chamba con el comisario y los pesimistas aseguran que el gobernador ya no hará cambios en su equipo, pase lo que pase.
Una cosa es cierta, si Galindo releva a Jaime Pineda, lo primero que tiene que hacer es una limpia porque eso de que justifiquen su ineptitud argumentando que los delincuentes son muy rápidos ( Armando Oviedo vocero), pues de plano da una idea de que los encargados de la seguridad son lo que le sigue de ineptos.
Los cercanos a Pineda aseguran que están firmes él y Arturo Landeros, director de la policía estatal pero el hilo se está reventando.
A la conocida y casi normal, sangrienta y permanente disputa del crimen organizado por la plaza, se suma el crecimiento del crimen desorganizado, el común, el que significa asaltos en vía publica, restaurantes, domicilios, el robo de ganado, oxxos, farmacias, escuelas, etc etc.
El gobernador Carreras transita por el último tercio y está quedando a deber en materia de seguridad, uno de sus grandes cuentas por pagar a los potosinos.
El comisario sabe que el futuro político no está en el PRI, aún es joven y sabe tender puentes aun con adversarios, restaura heridas y supera desencuentros, su posible regreso está en la manga del gobernador y en el anhelo de un muy violentado, pueblo potosino.
P.D.1.- Que para el 2020, el Ayuntamiento de la capital tiene una bolsa de 200 millones de pesos para “tapar baches” esa es la buena, la mala, que los contratistas se quejan de que el titular de obras, Marco Antonio Uribe ya tiene a sus consentidos.
P.D.2.- A propósito de obras, la que sigue en calidad de abandonada es la construcción de los nuevos brazos del distribuidor vial, Benito Juárez, Maquirsa, Sanchez Valdez y Sánchez Chisum, salieron mas malos que la carne de puerco para realizar construcciones de esta naturaleza. Dicen que el pecado del gobierno fue pagarles por adelantado.
P.D.3.- Que para estar a tono con el inseguro y ensangrentado Villa de Reyes, la alcaldesa, Erika Briones y su muy amado director de la presidencia, Alfredo Téllez, pagan con dinero del pueblo la activación de sitios en redes sociales para atacar a críticos y regidores que le piden cuentas. Los ensangretan y descuartizan, o al menos lo intentan, igualito que ocurre en la vida real con los ejecutados que aparecen, como por arte de magia en la vía publica y en el monte. El pueblo no tarda en estallar.
P.D.4.- En Matehuala el feminicidio de la joven Ana Citlaly deja al descubierto un gran problema con el consumo de drogas, principalmente la comercialización y consumo de cristal. Todo mundo sabe que los vendedores operan con gran impunidad a las puertas de las escuelas secundarias con supervisores que vigilan, armados, desde banquetas y camellones, pero se hacen tarugos todos, los del ejército, los de la Guardia Nacional, los de la FGR y también los padres y madres de familia que cierran los ojos ante un evidente asunto de salud pública de sus hijos. Urge atenderlo.
P.D.5.- Los del Ayuntamiento navista quisieron armarle un tinglado al diputado federal, Xavier Azuara. Hicieron circular una fotografía de un vehículo abandonado, chocado, cerca del hotel Ankara, asegurando que en estado de ebriedad, el legislador y aspirante a gobernador había protagonizado un accidente y había huido del lugar. Hábil como es, Azuara se apresuró a demostrar lo contrario y publicó fotografías de una reunión que sostenía con gente del IMSS en sus oficinas.
P.D.6.- Muy exitosa resultó la campaña de la Secretaría de Finanzas que permitió hacer descuentos de 50 por ciento en licencias de conducir; los desidiosos piden al secretario, Daniel Pedroza que amplíe el plazo para aprovechar el aguinaldo.
Hasta la próxima.