Convocados para una reunión informal, los cientos de operarios de la empresa CUMMINS Motors fueron avisados que debido a la cancelación de un contrato para la fabricación de un motor, “se veían en la penosa necesidad” de despedir a 450 obreros.
Ante la mirada atónita, estupefacta, de incredulidad y preocupación de los trabajadores de la empresa CUMMINS, escucharon también que los próximos 16, 19 y 30 de noviembre serán descansados de manera obligatoria por la baja en la producción y la empresa sólo les pagará el 25% de su salario.
La medida de selección para conocer al personal que será dado de baja de la empresa es la realización sorpresa de pruebas antidoping, mismas que ya han ocurrido en al menos tres ocasiones en las últimas semanas.
Durante la reunión informativa en la que se anunció el recorte de 450 operarios, estuvo presente el representante sindical de la CTM, sin embargo, el sujeto, que ni siquiera se presentó, no metió ni las manos, en todo momento guardó silencio, asentaba con la cabeza, dejando en la total indefención a los agremiados que semana tras semana ven en su nómina el descuento, obligatorio, de la cuota sindical.
En el pasado mes de octubre, durante la realización de la Expo Transportes 2019, Ignacio García, vicepresidente de Cummins Latinoamérica, anunció que la trasnacional recortaría 10% su planta laboral en México, es decir en las fábricas instaladas en San Luis Potosí y Ciudad Juárez.
El ejecutivo aseguró que la medida se debía a la desaceleración de la economía mexicana y la contracción en la compra de vehículos en Estados Unidos.
Dijo también que se cancelaba la contratación de más personal y los que fueran dados de baja no tenían oportunidad de una recontratación.