El crecimiento desmedido de la ciudad ha traído muchos problemas, sobre todo por la mala planeación que por años se ha tenido. Los que antes eran los municipios separados de San Luis Potosí, Cerro de San Pedro, Mexquitic y Villa de Reyes, ahora están contemplados para crear lo que ya se conoce como la Zona Metropolitana. Desde hace décadas, sobre todo al norte de la capital, se instalaron las primeras ladrilleras, muy lejos de la ciudad; hoy la mancha urbana las ha alcanzado y los problemas ecológicos de estas fábricas afectan a quienes viven en esta área.
“Por el crecimiento demográfico de la zona metropolitana ahora las ladrilleras quedan cerca de casas, escuelas y espacios de trabajo”, comentaba el día de ayer el líder del PAN, Juan Francisco Aguilar. Esto ha provocado que la salud de los habitantes del norte de la ciudad, en los límites entre San Luis y Soledad, se vea severamente deteriorad. Niños y adultos sufren de alergias severas y los casos de cáncer de vejiga son más comunes por los químicos en el humo de las ladrilleras.
Los daños ecológicos que provocan también son mayúsculos. Los hornos de las ladrilleras son los principales productores de las partículas PM2.5, constituidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen, entre otras también dañinas para el ser humano. Además, provocan la desaparición de decenas de plantas endémicas y la disminución de los cauces de ríos y manantiales.
Diariamente, los potosinos ven las humaredas que emiten las ladrilleras y se percatan de lo cerca que se encuentran de la ciudad. Preocupados por esto, han reprochado el actuar de las autoridades gubernamentales. “Señor Gobernador Juan Manuel Carreras Lopez ¿Por que permite la contaminación de nuestro cielo? ¿Por que permite que enfermen tantos potosinos? ¿Por que es usted ajeno e ignorante a este tema?”, cuestionan en una publicación de redes sociales.
Por no actuar para solucionar este problema ecológico y de salud, el gobernador y de la titular de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental, Yvette Salazar, se ha ganado el rechazo de muchos en la ciudad, quienes piden que se ejerza la ley y lo resuelva. Cuestionan además la falta de información de los funcionarios sobre el daño que causan, no sólo a San Luis, sino al mundo entero.
Finalmente, piden al gobernador no ser egoista e indolente, que solucione este problema por los ciudadanos y las familias que se dedican desde hace años a fabricar ladrillos. Es algo que, a largo plazo, será en beneficio de San Luis Potosí, toda la zona metropolitana y del mundo.