Una treintena de grupos del sector de la moda y textil, entre los que se encuentra la dueña de Zara, Inditex; H&M; Adidas y Kering, entre otros, lanzaron un pacto de coalición con el que buscan reducir su impacto en el medio ambiente.
Se trata de 32 compañías de moda rápida y de bajo coste, como es el caso del grupo Inditex, pero también conglomerados de lujo como Kering, que comprende marcas como Gucci, Yves Saint Laurent, entre otras.
Representantes de este último grupo acudirán hoy al Palacio del Elíseo para presentar ante el presidente francés, Emmanuel Macron, este «Pacto de Moda», en el marco de la cumbre del G7 de Biarritz, con el que pretenden limitar «el calentamiento global, restaurar la biodiversidad y proteger los océanos».
El documento establece tres niveles de acción: en primer lugar adecuarse a las convenciones internacionales para mitigar la contaminación y limitar el calentamiento global, invertir la curva de pérdida de la biodiversidad y combatir la contaminación de los océanos, reduciendo las micro-fibras de materiales sintéticos y promoviendo una producción que no arroje productos químicos a ríos y océanos.
También van utilizar energías 100 por ciento renovables de aquí a 2030 y abogan por eliminar el plástico de uso único en el mismo periodo.
En segundo lugar, buscan crear áreas de colaboración entre las marcas para concretar nuevas iniciativas en equipo y, por último, tener un rol líder en la innovación dentro de la industria.
Las empresas firmantes reconocen el peso económico de su industria, que genera 1,5 billones de euros (1,6 billones de dólares) anualmente, pero también el ser una de las que más impacto tienen en la naturaleza.
En este sentido, asumen el peso que tienen a nivel social y laboral, desde la extracción de recursos hasta los procesos de creación, que dicen haber tratado de mejorar en los últimos años, pero consideran que lo urgente es centrarse en los primeros pasos de la cadena de producción para limitar su impacto.
Según indicaron a EFE fuentes de Inditex, los participantes harán reuniones periódicas para evaluar las acciones, pero el acuerdo no compromete en ningún caso la acción de las empresas, que podrán seguir las pautas del pacto de manera voluntaria siempre adecuándose a criterios científicos.
Este punto le ha valido las críticas por ONG medioambientales que ponen en duda la efectividad del pacto.
Un portavoz de World Wildlife Fund (WWF) Pierre Cannet indicó en la prensa gala que, ante la multiplicación del consumo de prendas en las últimas décadas, apostar por energías sostenibles no será suficiente, puesto que la idea de las empresas sigue siendo vender cada vez más.
Entre los firmantes se encuentran también Burberry, Carrefour, Chanel, La Redoute, Hermès, Prada, Stella McCartney, GAP, Giorgio Armani, y otras.