El Centro Histórico de San Luis Potosí, uno de los más bellos de México y, se supone, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, está, literalmente, invadido por comerciantes ambulantes de todo tipo, esto gracias a la complicidad entre el alcalde Xavier Nava Palacios, el líder de la CANACO, Alejandro Pérez, y los pseudolíderes de comerciantes ambulantes, Juan Chessani, Arturo Pérez, Pedro Torres, Daniel Menchaca, José Luis Menchaca.
Gracias a que Xavier Nava se sirve de los sicarios de la banda de los Chessanis, se hace de la vista gorda para poner orden al ambulante en el Centro Histórico, por lo que han proliferado, en la Plaza del Carmen, Armas, Fundadores, el pasaje Zaragoza, la Calzada de Guadalupe y el atrio de la Basílica de Guadalupe, calles aledañas y todo aquel rincón que pudiera ser bueno para la venta, vendedores de todo tipo, desde artesanías indígenas, aguas frescas, fritangas, pero también perros, discos y películas piratas, y hasta payasos que con bocinas tratan de divertir a la gente a un volumen que, a todas luces, resulta violatorio a la Ley de Ecología que, también se pasan por el arco del triunfo.
La invasión de comerciantes ambulantes al Centro Histórico tiene molestos a comerciantes establecidos y a los ambulantes que por años han estado en zonas públicas, muy pocos y controlados hasta antes del 1 de octubre de 2018.
Los comerciantes de Nuestro Centro, que en las administraciones de Victoria Labastida, Mario García Valdez y Ricardo Gallardo se convirtieron en férreos críticos del ambulante y exhibían las corrupciones municipales con mantas en los edificios del centro, esta vez están callados, se quejan pero en silencio, lloriquean pero donde nadie los escuche, pues su líder, Alejandro Pérez, está totalmente comprometido con Xavier Nava y su administración.
A cambio de posiciones en la estructura municipal, como fue el caso de Nadya Idalhí Amezola, Alejandro Pérez se ha quedado mudo, ciego y sordo, ante la visible corrupción, ingobernabilidad y abusos dentro de la administración de Nava Palacios.
Hasta antes de las elecciones de julio de 2018, Alejandro Pérez utilizó la presidencia de la CANACO, para hacer proselitismo político a favor de Xavier Nava, todos los días y a todas horas denunciaba la inseguridad que se padece en la ciudad, todos los días salían comerciantes a exigir orden en el Centro Histórico, todos los días exigían paz y pedían al alcalde Gallardo que se pusiera a trabajar. Luego del 1 de julio de 2018, ni una sola vez ha salido a exigir seguridad, ahora gasta su tiempo libre paseando en motocicleta junto a funcionarios de gobierno.
La mafia que controla el ambulantaje en el Centro Histórico cobra cobra 5 mil pesos mensuales para concederles el espacio, este dinero va a dar al bolsillo del director de Comercio, Gabriel Andrade Córdova. Además todos los días que se instalan deben pagar una cuota de 100 pesos, a cambio la banda de los Chessanis les promete seguridad y que ningún inspector municipal los molestará, lo cumplen.
Mientras el Centro Histórico es tierra de nadie, o más bien, tierra del ambulantaje, en la zona de El Saucito, Gabriel Andrade Córdova busca desalojar a los comerciantes que por años han vendido en el atrio de la iglesia, esto porque se niegan a pagarle mordida.
En represalia, Gabriel Andrade Córdova los amenazó con desalojarlos si no le pagan los 5 mil pesos mensuales como lo hacen los del Centro Histórico, pero desde ya anunciaron que no se dejarán.
A través de un video que circula en redes sociales, vendedoras de ropa usada y otros artículos, que por años han estado en el atrio de la iglesia de El Saucito, cuestionaron al alcalde si prefiere que se pongan de delinquir, a robar, a envenenar familias potosinas, porque no los dejan vender lo que pueden.
Con la fuerza pública, Gabriel Andrade Córdova ha decomisado material de algunos vendedores para obligar al resto a que paguen la cuota de 5 mil pesos mensuales, pero los ambulantes se duelen de que no pueden pagar tal cantidad de dinero, pues muy apenas sacan para volver a surtir y mantener a sus familias.
La administración de Xavier Nava está enfrascada en pleitos por todos lados y ahora se suma uno más con comerciantes establecidos que, aunque en silencio, han retirado su apoyo al alcalde, y con los ambulantes que no pueden pagar extorsiones y corren el riesgo de no poder vender más sus productos.