A pesar de que el gobierno federal asegura que actualmente hay más oportunidades laborales para jóvenes que en el pasado, además de los apoyos que se otorgan a los conocidos como «ninis», la realidad es que muchos de ellos terminan laborando en el comercio informal, mientras que otros tantos acaban por enrolarse en grupos delincuenciales. Y sin embargo, hay otros más que son obligados (o deciden) ejercer la prostitución para obtener ingresos, a quienes se les conoce, entre otros términos, como «chichifos».
De estos, cabe mencionar que hay dos tipos: los que se les prostituye en contra de la voluntad del sexoservidor, al ser obligado por algún delincuente, y que se puede definir como “trata de personas” y otro, donde la persona realiza esa actividad por gusto y que, incluso, es supervisado y apoyado por el sector salud, al proveerles insumos de prevención de enfermedades de transmisión sexual, y además facilitándoles pruebas y diagnósticos de VIH y Sífilis.
En otros tiempos, se creía que esa actividad era exclusiva de mujeres, y en la actualidad es bien sabido que en muchos lugares de México (principalmente en los destinos turísticos) se ha convertido en algo común.
Lugares como la Ciudad de México, y playas como las de Cancún, Acapulco, Los Cabos y Mazatlán son los que en periodo de vacaciones, registran un aumento de esa actividad, principalmente porque muchos extranjeros que visitan estos destinos, durante su estancia contratan esta clase de servicios.
Por ejemplo, las autoridades de Sinaloa afirman que ahí son más los hombres que ejercen la prostitución que las mujeres, pero la mayoría de ellos no están inscritos en el control de la coordinación de salud municipal, lo cual preocupa a las autoridades, pues esto eleva el riesgo de detonar un contagio masivo de ITS .
En la forma de operar, algunos lo hacen como «lo dicta la regla milenaria» : se colocan en un lugar de “ambiente” en el que esperan a que algún «interesado» o «interesada» se acerque a ellos para pedir información, mientras que otros «más modernos» hacen uso de las redes sociales y de ligue para adquirir clientes. Los costos de los servicios van desde los 2 mil y hasta los 10 mil pesos, lo que significa alrededor de 40% más de lo que perciben las mujeres que se dedican a la misma actividad.
Con información de : Eridani Salazar/ TKM