Todos los días amanecemos con pésimas noticias, contaminación, violencia, abusos, extinción de especies, entre otras cosas.
Dice una frase: ‘Todo lo que toca el ser humano desaparece‘, y la premisa es bastante acertada, tristemente.
Hoy se dio a conocer que ‘Tam’, el último rinoceronte macho de Sumatra, con edad aproximada de 35 años, falleció tras una prolongada enfermedad.
Se hizo todo lo posible por salvarlo (…) la causa de la muerte estaba relacionada con la vejez y la insuficiencia multiorgánica, pero se revelarán más detalles después de que se complete el informe de la autopsia», indicó Christina Liew, ministra de Turismo, Cultura y Medio Ambiente de Malasia.
Katam (nombre completo) fue capturado por un equipo de vida silvestre en agosto del 2008 cuando tenía aproximadamente 20 años. Se le colocó en la Reserva de Vida Silvestre Tabin de Sabah.
En su página web Internacional Rhino Foundation señaló que “los conservacionistas esperaban que ‘Tam’ pudiera reproducirse naturalmente con ‘Iman’, una hembra capturada en 2014, así como otra hembra rescatada, ‘Puntung’, que tuvo que ser sacrificada en 2017″.
Para su mala suerte Tam no tenía esperma de calidad y las hembras tenían tumores que impidieron la concepción.
Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de los activistas muchos sufren muertes trágicas a manos de cazadores y comerciantes.
De acuerdo con especialistas, más del 70% de la población de esta especie se encuentra en peligro.