La aerolínea etíope Ethiopian Airlines, China e Indonesia decidieron este lunes inmovilizar sus aparatos Boeing 737 MAX 8 luego de que se estrellara el domingo uno de esos aparatos en Etiopía provocando la muerte a 157 personas.
Por su parte, la compañía Ethiopian Arlines anunció fueron recuperadas las dos cajas negras del avión accidentado, la que registra los datos técnicos del vuelo y la que graba las conversaciones dentro de la cabina.
En el lugar del accidente, en un campamento cercano a la localidad de Tulu Fara, a unos 60 km al este de Adis Abeba, la investigación por las causas de la catástrofe continuaba el lunes por la mañana.
El accidente del domingo constituye un nuevo revés para Boeing. Un aparato del mismo modelo, versión modernizada del 737, un éxito comercial, se estrelló también unos minutos después del despegue el 29 de octubre en las costas de Indonesia, tragedia en la que murieron 189 personas. Una de las cajas negras del aparato de la compañía indonesia Lion Air señaló problemas con el indicador de velocidad.
Luego del accidente del domingo, Ethiopian Airlines anunció que inmovilizó todos sus aviones Boeing 737 MAX 8 «hasta nuevo aviso», Indonesia también tomó la misma decisión.
Pekín pidió el lunes a las aerolíneas chinas que suspendan los vuelos de sus Boeing 737 MAX 8, que podrán volver a volar cuando las autoridades estadounidenses y Boeing confirmen «las medidas tomadas para garantizar efectivamente la seguridad de los vuelos», informó la Administración china de Aviación Civil.
El director general de la aviación civil de Indonesia anunció medidas para llevar a cabo inspecciones y prohibir de volar temporariamente a los Boeing 737 MAX 8, anunció Polana Pramesti, responsable de este servicio.
Boeing entregó hasta ahora 76 ejemplares del 737 MAX 8 a compañías aéreas chinas. La empresa estadounidense tiene aún 104 encargos para ese país, según las cifras de enero de la compañía. China representa un quinto de las entregas mundiales de este modelo.
Corea del Sur envió por su parte expertos para inspeccionar sus dos 737 MAX 8 de la compañía local Eastar Jet.
Cráter
El vuelo ET302, que despegó el domingo a las 08:38 horas de Adis Abeba, desapareció de los radares seis minutos después. Según un testigo, Tegegn Dechasa, la parte trasera del «avión estaba en llamas cuando se estrelló».
El Boeing, entregado en 2018 a la compañía y que fue objeto de operaciones de mantenimiento el 4 de febrero, provocó un impresionante cráter al caer a tierra.
Los investigadores de la Agencia etíope de Aviación Civil trabajan desde el domingo por la tarde en el lugar de la catástrofe para recuperar el máximo de escombros y pruebas. Un equipo técnico de Boeing se sumará próximamente a las tareas.
La aerolínea, controlada en un 100% por el Estado etíope, tiene una flota de más de 100 aparatos, la más importante de Africa.
‘Voluntarios’
Las autoridades de Etiopía decretaron un día de luto nacional, el lunes.
Por su parte, Kenia, adonde se dirigía el vuelo, vivía un doble duelo: por una lado, con 32 nacionales a bordo, es el país más afectado por la tragedia y por otro, Nairobi, su capital, es la sede regional de Naciones Unidas, muy afectada por la catástrofe.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que tiene su sede en la capital keniana, inaugura este lunes su conferencia anual, que reúne a cientos de delegados procedentes de todo el mundo. En la sede local de la ONU se retiraron las banderas de los países miembros de la organización y se izó a media asta la bandera de Naciones Unidas.
«Quiero expresa mi pésame a los que perdieron sus seres queridos», declaró el presidente de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente y ministro estonio de Medio Ambiente, Siim Kiisler, al comenzar la conferencia, invitando a los participantes a observar un minuto de silencio.
Varias personas que debían participar de esta reunión estaban a bordo del avión.
Según Maimunah Sharif, directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT),22 empleados de la ONU murieron en el accidente.
Entre las víctimas de delegados de la ONU hay seis empleados del PNUMA, varios de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y al menos una persona que trabajaba para el Programa Mundial de Alimentos (PAM).
35 nacionalidades
Las víctimas del accidente eran de 35 nacionalidades diferentes, según cifras provisionales de la compañía: 32 kenianos, 18 canadienses, nueve etíopes, ocho italianos, ocho chinos, ocho estadounidenses, siete franceses, siete británicos, seis egipcios, cinco alemanes y cuatro indios. Un pasajero viajaba con pasaporte de la ONU. También había dos españoles.
Entre las víctimas están la esposa y los dos hijos de un diputado eslovaco, Anton Hrnko, un profesor universitario canadiense de origen nigeriano, así como un ex secretario general de la federación keniana de fútbol.
Los mensajes de condolencia a las víctimas llegaron durante toda la jornada del domingo, desde el primer ministro etíope al presidente de Kenia, y de la Unión Africana al secretario general de la ONU.
Con información de El Economista.