En uso de su derecho de réplica, el profesor Arturo Flores Silva, aspirante a dirigir la Sección 52 del SNTE, mediante un escrito que hizo llegar a la redacción de códigosanluis.com, jura que jamás cometió abusos sexuales contra niñas indígenas, como lo relatan las víctimas en el expediente del caso en el que el profesor Horacio Belmonte es el protagonista, mismo que permanece en prisión desde hace por lo menos un año 7 meses, cuyo juicio ha sido programado para los días 27 y 28 de marzo.
Dice el político magisterial, actual secretario de finanzas del Comité Ejecutivo, que códigosanluis.com lo denota y que se comete un exceso en la cobertura periodística porque ha sido expuesto a los medios de comunicación y vulnerado en su derecho a la intimidad, a continuación el derecho de réplica:
Contraréplica:
El profesor Arturo Flores Silva se equivoca al señalar a códigosanluis.com como responsable de acusaciones y señalamientos, pues son las víctimas de abuso, menores de edad, quienes lo involucran en las pruebas testimoniales incluidas en el expediente que nos ocupa.
En su escrito, Flores Silva afirma que la Fiscalía cerró su investigación desde el año pasado y que ha formalizado acusación contra diversa persona desde el 15 de marzo del 2018 y que quedó de manifiesto que nada tiene que ver con los hechos, sin embargo, códigosanluis.com consultó con el vicefiscal Aarón Edmundo Castro, quien afirmó que existen dos carpetas de investigación: la de Horacio Belmont, que está consignada para juicio; y una más que se mantiene abierta, derivada de la implicación de nuevos elementos y pruebas. Miente el maestro aspirante a líder, porque es falso que la investigación esté cerrada.
códigosanluis.com ha tenido acceso al expediente, sería bueno que el maestro, que dice estar limpio, lo lea, para que se entere de lo que las víctimas vivieron.
El caso del abuso contra niñas de secundaria a manos de profesores de la Sección 52, había dormido el sueño de los justos, tanto en la antes Procuraduría como en el Poder Judicial, lastimosamente revive al calor de las pasiones políticas por el control del magisterio, del dinero y la influencia política de esta organización.
Las víctimas no han tenido justicia porque son rehenes de las mafias magisteriales que se aprovechan de su inocencia, de su pobreza y de su vulnerabilidad.
