Se dice que en Real de Catorce sucedió un extraño suceso en el que un joven matrimonio de turistas visitó la cima del Cerro del Quemado para poder emprender un paseo a caballo en el cual cada persona montaba estrictamente de manera individual.
Ya estando un poco retirados, el caballo que era montado por Nora, quien era la joven esposa, al ver una víbora se asustó y relinchó de una manera tan violenta que tiró a la mujer y esta a su vez se desnucó.
Gerard, quien era el esposo, saltó de su caballo para auxiliarla pero al tratar de lanzarse del mismo, quedó atorado de la silla de montar y dicho equino lo arrastró varios metros causándole una aterradora y dolorosa muerte.
Según se dijo, sus cuerpos jamás fueron reclamados y los depositaron en una antigua fosa común.
Algunas personas dicen haber visto a lo lejos a una pareja levitando por el desierto del lejano y misterioso lugar.
Se comenta que la fantasmal pareja también ha sido vista traspasado las puertas de la imponente y muy bella Parroquia de la Purísima Concepción en donde se cree contrajeron alguna vez matrimonio.
Al pasar los fieles justo por fuera de dicha parroquia ya muy noche, se comenta que se escuchan unos espantos llantos implorando ayuda pero al parecer son ignorados dado a que la gente corre asustada.
Una persona en especial comentó que si alguien se topa con la espectral pareja, evite a toda costa el contacto visual, ya que sería totalmente perjudicial el que ellos se den cuenta que alguien los ve desde lejos pues en seguida sus frías y oscuras almas lo seguirán propiciando tal vez un fatal accidente para de esta manera absorber la energía y así dejar de penar para que los recién fallecidos tomen su lugar.
Por lo que se dice esta funesta pareja no ha podido tener contacto visual con los vivos y siguen atormentando personas por aquel mágico municipio de Real de Catorce.
Escuchando a los huicholes que viven cercanos al mencionado lugar, estos dijeron que ese accidente sucedió a mediados del siglo pasado y que hoy por hoy los mismos siguen aquejando a cuanto inocente pueda ser su siguiente victima.
Lo mismo pasa allá en lo alto de la cima del ya mencionado cerro en donde propios y ajenos ruegan no encontrarse con las siniestras ánimas que según se cree no dejan ni un momento de sentir las indescriptibles llamas del inframundo al haber sido en vida personas de mal que lamentablemente pecaron más de la cuenta maltratando a niños y jóvenes en su país de origen.
Por esta razón ese pérfido matrimonio llegó a vivir a este municipio pensando ocultarse pero fue todo lo contrario al momento de quedar como entidades del bajo astral que difícilmente podrán ver alguna vez la luz.
Y usted, mi estimado lector…
Visitó ya Real de Catorce??
Ha estado en la cima del Cerro del Quemado??
Ha visitado la imponente parroquia ya mencionada??