La obesidad es el primer problema de salud pública del mundo moderno y por ello el ISSSTE lleva a cabo un programa de atención y detección de derechohabientes con este padecimiento, señaló el Instituto en San Luis Potosí.
Informó que siete de cada 10 personas en México, tienen problemas de sobrepeso u obesidad, ante lo cual las clínicas de medicina familiar del Instituto llevan a cabo acciones de detección y seguimiento de estos pacientes, a fin de prevenir o evitar en ellos el desarrollo de diabetes mellitus, hipertensión arterial o un posible infarto al miocardio.
La obesidad se debe a dos factores importantes: el sedentarismo, o sea la falta de cultura de actividad física, la cual inclusive deben los padres imponer a sus hijos desde pequeños para que practiquen algún deporte; el segundo factor es una deficiente información sobre la forma de consumir los alimentos, fenómeno que además se ve influenciado por una persistente labor de mercadotecnia alusiva a productos de alto contenido en grasas y carbohidratos.
Precisó que en las grandes ciudades se acostumbra ingerir comidas rápidas, botanas, fritangas, refrescos, dulces y alimentos con alto contenido de grasas y carbohidratos, todo lo cual conlleva a una obesidad de cuarto grado, que puede provocar la muerte.
Se ha comprobado que el problema de la obesidad contribuye fundamentalmente y aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como los de mama, próstata y colon.
La obesidad en los menores de edad se ha incrementado debido al alto consumo de alimentos chatarra; es un error que los padres permitan a sus hijos comer frente a un televisor, especialmente alimentos como hamburguesas con refresco y palomitas, productos que son muy demandados en esos momentos de distracción, que además propician el sedentarismo.