Gracias a los avances tecnológicos hay una gran cantidad de videojuegos que se pueden jugar en distintas plataformas (computadora, videoconsola o un dispositivo portátil).
En la actualidad, los juegos de video son una de las principales industrias del arte y el entretenimiento, y aportan una serie de beneficios para la salud al mejorar muchas de nuestras habilidades y capacidades. Algunos son:
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Retrasa el envejecimiento mental
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Iowa, jugar 10 horas semanales un videojuego preparado y diseñado específicamente para desafiar a nuestro cerebro puede ayudar a reducir el desgaste y mantener intacta las habilidades cognitivas por un equivalente de hasta siete años -en algunos casos-
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El cerebro crece y prevé algunas enfermedades
Simone Kühn, científico del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, desarrolló una investigación en la que les pidió a varios adultos que jugaran Super Mario 64 durante media hora al día durante dos meses.
Al examinar por resonancia magnética los cerebros de las personas que lo hicieron, comparadas con quienes no jugaron, encontró que en los gamers se había incrementado su materia gris en el hipocampo derecho, la corteza prefrontal derecha y el cerebelo, áreas responsables de la navegación espacial, la formación de memoria, planeación estratégica y la relación mano-ojo.
Mientras más grande sea la materia gris, mayor será el control sobre los músculos, su comunicación y sus emociones. De esta forma, se podrían usar los videojuegos como tratamiento de enfermedades mentales que causan que regiones del cerebro se reduzcan como la esquizofrenia y el Alzheimer.
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Mejora de memoria y habilidades
La coordinación visual y manual, y la adquisición de habilidades manuales se pueden favorecer dependiendo del género del videojuego. Además se estimula la memoria y la capacidad para retener conceptos numéricos e identificación de colores.
Los de acción en primera persona pueden ayudarnos a tomar decisiones precisas hasta un 25% más rápido que el resto de humanos, así como también a mejorar la capacidad visual.
Por su parte, los de conducción potencian la concentración, la memoria y la aptitud de ejecutar varias tareas a la vez.
Videojuegos como Call of Duty mejoran la habilidad para distinguir entre diferentes brillos, una de las aptitudes visuales más importantes usada al manejar en la noche. Los expertos creen que el proceso de localizar y apuntar a enemigos ayuda a ejercitar los ojos de los jugadores y con enemigos saliendo de imprevistos, también mejora la habilidad de procesar datos visualmente.
La Universidad de Nottingham descubrió que algunos de estos juegos logran en una hora los mismos resultados que los parches oculares en 400 horas. Por los estallidos de acción, las múltiples perspectivas y los pequeños detalles, los ojos tienen que adaptarse a lo que ven rápidamente, haciendo más fuertes los músculos oculares.
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Reducen el dolor
Diversos estudios han demostrado que los videojuegos con énfasis en la realidad virtual han sido efectivos en reducir la ansiedad y el dolor causado por enfermedades crónicas o por un procedimiento médico.
Personas con cáncer demuestran menos estrés y miedo al inducirse en un videojuego de realidad virtual, así mismo, personas tratadas por quemaduras notaron una reducción en sus dolores del 30% al 50%. Por su parte, los niños con dislexia pueden mejorar su capacidad para leer.
Esto es ocasionado porque el cerebro se ocupa en otros sentidos en lugar de enfocarse en el dolor. Además, al jugar el cerebro libera endorfinas, un químico generalmente asociado con la felicidad y que ayuda a reducir la incomodidad.
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Menos estrés
De acuerdo a un estudio realizado por el profesor de psicología Christopher Fergunson, las personas que juegan un videojuego violento llegan a un estado final de calma y relajación, con mejor ánimo, porque estos simuladores ayudan a expresar rabia y negatividad a través de un personaje ficticio.
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Más inteligencia y creatividad
Un estudio de investigadores de las universidades Queen Mary de Londres y College de Londres coincidieron en que los juegos estratégicos como ‘Age of Empires’ y ‘Starcraft‘ pueden lograr un aumento de la flexibilidad del cerebro, esencial de la inteligencia del ser humano. Los voluntarios que jugaron entre 40 horas a lo largo de 6 a 8 semanas mejoraron su rendimiento en tareas cognitivas con mayor precisión y velocidad.
A su vez, una investigación realizada por la Universidad de Michigan, liderada por la psicóloga Linda Jackson, afirma que los niños que juegan en consolas tienden a ser más originales a la hora de crear.
Usarlos adecuadamente, esa es la clave
El exceso de horas frente a una pantalla fomenta el sedentarismo, el aislamiento y dificulta la concentración en otros quehaceres.
Según el Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra el uso incontrolado de los videojuegos puede generar:
- Ludopatía: el jugador que es obsesivo perdió el control sobre el juego y usualmente recurre a mentiras para seguir jugando.
- Pérdida de la noción de realidad: en los casos más graves, la práctica excesiva de estos juegos lleva al gamer a huir del mundo real encerrándose en otro virtual.
- Depresión y ansiedad: la atención puesta en el juego desarrolla un agotamiento y un cansancio del sistema nervioso con aparición de síntomas de depresión o ansiedad. Se produce en esos casos un deterioro en el rendimiento académico significativo.
- Otras dolencias: ojos con síntomas de irritación, dolores de cabeza, dolores musculares y tendinitis.
Si se presentan algunos de estos datos es conveniente bajar las horas de juego, y si persisten, lo mejor es recurrir al consejo de especialistas médicos u orientadores para tratar cada caso correctamente.