
El Hospital Central «Dr. Ignacio Morones Prieto» conmemora el Día Mundial del Sarcoma, celebrado cada 13 de julio, con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre este cáncer, así como su prevención y tratamientos. El Hospital Central comparte las cifras de atenciones que se han brindado a la población del estado de San Luis Potosí.
En el período de enero a abril de 2024, se han registrado 15 atenciones en hospitalización relacionadas con diversos tipos de neoplasias malignas. Esto incluye 4 casos de neoplasia maligna de riñón (excepto pelvis renal), 4 casos de linfoma no Hodgkin no especificado, 3 casos de neoplasia maligna de huesos de cráneo y cara, 3 casos de neoplasia maligna de endometrio y 1 caso de linfoma difuso de células B grandes. Además, en el mismo período, se han brindado 295 atenciones relacionadas con sarcomas en consulta externa.
El sarcoma es uno de los tipos de cáncer más raros, heterogéneos y minoritarios en la población adulta. Este término colectivo se refiere a tumores malignos que se originan en el tejido blando (músculos, grasa, vasos sanguíneos, nervios, tendones) o en los huesos, representando el 21% de los cánceres pediátricos. A pesar de su rareza en adultos, afectando a menos del 1%, el sarcoma tiene una tasa de mortalidad bastante elevada, especialmente el sarcoma de tejido blando, debido a la dificultad en su diagnóstico. A menudo, se encuentra en estados avanzados o metastáticos cuando se hace el diagnóstico.
Existen más de 50 subtipos diferentes de sarcoma y, debido a su complejidad y rareza, su etiología y epidemiología siguen siendo poco conocidas. Respecto a los síntomas, dependen del tamaño y la ubicación del tumor; sus tratamientos incluyen cirugía, radiación, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia. Este enfoque de tratamiento puede limitar la movilidad y la condición física del paciente.
A pesar de la poca evidencia científica sobre la relación entre el ejercicio físico y el sarcoma en adultos, la literatura sugiere que el ejercicio físico podría ser beneficioso para los pacientes que han sufrido sarcoma, mejorando su calidad de vida y rendimiento físico, así como minimizando los efectos secundarios en aquellos en un estado avanzado de la enfermedad. La falta de revisiones sobre esta área subraya la necesidad de investigaciones adicionales y un análisis crítico de la evidencia disponible.